jueves, 29 de septiembre de 2011

Aventura en el Teide

Nos levantamos con ganas de emprender un día intenso y para ello en vez de utilizar una de las rutas, ¡¡hemos fusionado dos de ellas que nos dirigían al Teide como plato fuerte del día!!. 

Nuestra primera parada ha sido en el Mirador de Humboldt, donde hemos disfrutado de unas preciosas vistas del Valle de La Orotava. En este punto el famoso naturalista alemán, se detuvo en su expedición al Teide en 1799. 


Segunda parada: mirador de la Piedra Rosa. Para llegar a este punto nos hemos adentrado por caminos un tanto complicados, hechos para un 4x4, pero que nuestro coche de alquiler ha superado a duras penas. Visto esto a mitad de camino hemos optado por seguir la carretera principal que nos llevaba al Teide. Cabe señalar que a partir de este punto el camino ha sido de lo más agradable. 
En el Mirador de la Piedra Rosa, a 1600 m de altura, se puede contemplar en un día claro como hoy La Palma, además de una vista impresionante del Teide. Aquí se empezaba a notar el aire puro y el agradable olor de los pinares.

Siguiendo la carretera por fin llegamos al punto más importante del día el Teide. Para poder contemplarlo mejor hemos decido subir en el teleférico. El ascenso ha sido muy divertido aunque daba algo de impresión cada vez que pasaba junto a una de las torres, ya que se balanceaba y daba sensación de que en cualquier momento podía caerse. Una vez arriba, optamos por la ruta que puede hacer todo el mundo sin pedir un permiso previo. Las vistas desde el Teide son espectaculares. Aquí el aire sí que era puro, pero lo cierto es que conviene llevarse algo de abrigo porque la temperatura es muy baja.



En la ruta nos recomendaban dos sitios para ir a comer, pero llevábamos el pícnic preparado de casa, así que hemos decidido ir a Vilaflor. Justo a las 14:00h hemos parado en el mirador que hay justo antes de llegar al pueblo (el más alto de España). A continuación hemos visitado su iglesia y el ayuntamiento. Cabe destacar que este pueblo es también famoso por su artesanía.


Cansados de tanto ajetreo hemos decidido ir a tomar un baño a la Playa de las Américas, al sur de Tenerife, considerada una de las playas más conocidas y con más ambiente. Nos ha recordado claramente a playas como la de Calpe o Benidorm, aunque su arena era más oscura (pero menos pegajosa).  










Después de este momento de relax, en una horita, hemos llegado a Icod de los vinos. Aprovechando que tenemos el centro comercial en casa, hemos dado una vuelta. Había bastante gente paseando a pesar  su reciente apertura, pero desde sus terrazas tiene unas vistas privilegiada del anochecer en Icod.




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